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La Villa Marquise: Un refugio parisino de flores y sabores

Tan pronto como se divisa La Villa Marquise, situada en el número 111 de la Rue de Vaugirard, 75006 París, uno se siente atraído por su exuberante exhibición floral. La terraza y la fachada están engalanadas con flores vibrantes, con un diseño de inspiración vintage que capta la atención de inmediato. Discreta no es, pero la atmósfera jubilosa que crea es innegable. Una vez en el interior, el tema floral continúa. Con aún más flores, ventanas de estilo art déco y muebles retro que añaden un toque de nostalgia juguetona a esta brasserie parisina.

Estética maximalista

Lo que distingue a La Villa Marquise es su audacia. El espacio abraza una estética maximalista, con flores en cascada, hiedra artificial y aves decorativas enjauladas, haciendo que todo el espacio se sienta como una escapada caprichosa. Las paredes revestidas de espejos añaden un intrigante giro visual, reflejando la energía colorida del espacio. Esta brasserie no es tímida en cuanto a su personalidad. Es un vibrante y extravagante mundo de maravillas que le invita a disfrutar de cada detalle excéntrico.

Inconfundiblemente parisino

La atmósfera es cálida, animada e inconfundiblemente parisina, lo que la convierte en un excelente lugar para relajarse con amigos u observar el transcurrir del mundo. Ya sea que elija un acogedor rincón en el interior o la terraza bañada por el sol, La Villa Marquise ofrece un ambiente acogedor. La música está perfectamente equilibrada, lo suficientemente alta para crear un ambiente animado, pero lo suficientemente suave como para conversar cómodamente durante la comida.

Clásicos franceses y platos creativos

El menú, al igual que la decoración, está cuidadosamente curado. Un buen equilibrio entre clásicos franceses y platos creativos garantiza que haya algo para todos. Los *œufs mayo* son imprescindibles para degustar la verdadera cocina tradicional francesa, y aquí son excepcionales. Para el plato principal, los ñoquis de calabaza son una opción generosa y deliciosa para los vegetarianos, con una perfecta combinación de sabores. Todo está preparado con esmero, y se puede saborear la atención al detalle en cada bocado.

Luego está el postre. La Villa Marquise no decepciona, con su amplia selección de helados artesanales de Enzo et Lily. La tarta Tatin es una verdadera delicia para aquellos que anhelan algo dulce. Ya sea que esté de humor para un postre abundante o una refrescante bola de helado, hay algo para satisfacer todos los antojos.

Más allá de la comida, el servicio merece una mención. El barista no solo es hábil, sino también excepcionalmente amable y atento, contribuyendo a la atmósfera acogedora que define a La Villa Marquise. Abierto los siete días de la semana desde la mañana hasta altas horas de la noche, este es un lugar donde puede demorarse con un café por la tarde o disfrutar de un cóctel al caer la noche.

La Villa Marquise es un festín para los ojos y el paladar, un lugar que promete una experiencia encantadora y única. Ya sea que visite para el brunch, la cena o simplemente un café, esta caprichosa brasserie bien merece la visita.

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