Historia de una viuda: cómo las tendencias conducen a la muerte de la moda

En los últimos años, hemos sido testigos de cambios significativos en el panorama de la moda. Las tendencias empezaron a competir entre sí y con el mundo, alimentadas por las incesantes plataformas de medios sociales TikTok e Instagram, impulsadas por un ejército de influencers. Este ritmo acelerado de renovación y cambio constantes ha llevado la situación a un estado de absurdismo. Simultáneamente, todo y nada es tendencia. Este fenómeno marcó la muerte de la moda en su forma original, una historia conmovedoramente captada en nuestra sesión editorial en la Maison de Chateaubriand.

Un cuento de moda

La narración sigue a una viuda que llora la muerte de su marido y se queda sola en su fastuosa mansión. En su soledad, una amiga acude en su ayuda, llevándola a un estado de locura y desesperación. Como forma de catarsis, las dos se lanzan al frenesí, perdiéndose en la lujosa decoración de la mansión. Con el tiempo, purgados por su locura, vuelven a la paz y la inocencia. Envueltas en vestidos blancos, con el pelo suelto y la cara desnuda, redescubren sus raíces pueriles y encuentran la serenidad en su verdadera naturaleza humana.

Esta narrativa refleja el estado de la escena de la moda en los últimos años. Nadie se salvó cuando la moda rápida y las microtendencias inundaron nuestros feeds. Las tendencias que solían durar varios años fueron sustituidas por una incesante demanda de novedades, satisfecha por las marcas de moda rápida. Esta afluencia diaria de nuevas tendencias condujo al auge de las «microtendencias», en las que ciertos accesorios o prendas de vestir disfrutaban de un breve momento de protagonismo antes de ser considerados «cheugy» (término que describe los artículos considerados demasiado de última temporada y poco ponibles).

Velo, perlas, zapatos y vestido negro – vintage, medias – Calzedonia.

Hemos llegado a un punto en el que todo y nada está de moda simultáneamente, ya que los consumidores luchan por mantenerse al día con el flujo constante de nuevos diseños. La influencia de la moda rápida ha manchado incluso a la alta costura. Por ejemplo, Diesel, bajo la dirección creativa de Glenn Martens, experimentó un repentino auge y caída cuando sus momentos de pasarela tomaron por asalto las redes sociales, pero se desvanecieron rápidamente del centro de atención. Otras marcas experimentaron destinos similares, sus piezas tratadas como fast fashion, no durando más de una temporada en la cima de las tendencias.

La moda había llegado a un estado de absurdismo, impulsada por algoritmos más que por el arte del «savoir-faire». La moda tal y como la conocíamos había muerto.

Abrigo, cinturón y zapatos – Vintage

Sin embargo, a medida que este estado frenético se ha asentado, hemos empezado a ser testigos de una nueva perspectiva. El aprecio por la artesanía, la innovación y la exclusividad ha resurgido. Una movilización colectiva hacia el consumo consciente anima a invertir en piezas de calidad que resistan el paso del tiempo, a preservar la mano de obra de trabajadores mal pagados, como los uigures, y a mitigar el impacto medioambiental. La moda parece retirarse de las redes sociales, volviéndose hacia la privacidad y la exclusividad. Por ejemplo, The Row, dirigida por las privadas gemelas Olsen, rara vez muestra su ropa en Instagram, centrándose en cambio en las inspiraciones que hay detrás de las piezas. Sus desfiles se celebran en privado y fuera de las redes sociales, pero su nombre sigue estando en boca de todos. Coperni ha estado experimentando con nuevos medios, presentando obras innovadoras como la bolsa de aire comprimido y el famoso vestido con spray. Y aún esperamos que muchos otros artistas nos sorprendan…

La moda parece haber vuelto a un ritmo menos tumultuoso, enraizándose en la pasión, la atención y el cuidado en el proceso creativo.

Un caluroso y especial agradecimiento al Département des Hauts-de-Seine / Domaine départemental de la Vallée-aux-Loups – Maison de Chateaubriand, por permitirnos organizar nuestro rodaje en su propiedad.

La Maison de Chateaubriand está abierta al público para los visitantes, sus plataformas incluyen:

-Facebook: https://www.facebook.com/Valleeauxloups.Chateaubriand

-Twitter (X): https://twitter.com/chateaubriandvl

-Instagram: https://www.instagram.com/valleeauxloups

Nuestros fotógrafos: French Cowboy, con Mia Macfarlane y Julien Crouigneau (@french_cowboy)

Ropa: Barbara Bui (@barbarabuioficial)

Maquillaje y Peluquería: Nadia Kyrychenko (@makeup_paris_beauty)

Estilista: Viktor Kozak (@viktorkozaak)

Productora y Coordinadora: Camille Blanchard

Agencia de modelos: Modelagentgroup @soldatovanastya @modelagentgroup

Modelo de agencia: Isabelle Tatevossian @isabelletatev

Modelo independiente: Kristina Ustinovich @ustkris

Artículo de Camille Blanchard